EL COMERCIO
ELECTRÓNICO
LA
COMPETENCIA ECONÓMICA
Aunque cada una de las definiciones
son particularmente distintas, en todas podemos distinguir dos elementos
esenciales: el uso de la tecnología y el
intercambio comercial. Los dos elementos señalados se centran en los siguientes
puntos conceptualizados:
1)
La red: la definición se centra en el tipo de
tecnología que es utilizada para la realización de la transacción; es decir, si
es llevada a cabo a través de intranet, extranet, intercambio electrónico de
datos (EDI) o si las transacciones se centran únicamente en Internet, teléfono,
fax, y u otros similares.5
2)
El tipo de transacción: en el comercio electrónico
puede haber un catálogo extenso de actividades, que se engloban en un espacio
de actividades mercantiles.
En el elemento tecnológico
encontramos la clave para tratar al comercio electrónico como una actividad
económico-comercial única. Es indispensable para crear una teoría sobre nuestro
objeto de estudio en el ámbito jurídico, hacer especial énfasis en la división
del comercio tradicional y el comercio electrónico, cada uno con
características diferentes que conlleva un trato particular en materia legal.
Entender las diferencias hará más prolífico el desarrollo jurídico de nuestro
tema. (Van Hoose & OROPEZA, 2018)
El elemento TIC establece un cambio
crucial entre las negociaciones dadas entre el comercio tradicional y el
comercio electrónico. Uno de sus principales cambios estructurales reside, a decir
de Michael Parkin, en “grupos de personas dispersos alrededor del mundo, cuyos
integrantes nunca se encuentran físicamente y saben muy poco unos de otros,
pero se mantienen conectados a través de Internet…”. En los intercambios en el
entorno digital es la ausencia de una relación comercial interpersonas.
El comercio electrónico ofrece
diversas bondades a todos los diferentes agentes económicos. Los consumidores
tienen ventajas, como evitar costos de desplazamiento, una mayor oferta de
productos y servicios, costos menores de ciertos productos en comparación con
el mercado físico. Por su parte, las
empresas encuentran menores barreras de mercado, una mayor cantidad de clientes
potenciales, en muchos casos reducción de costos en el establecimiento de la empresa, pues
muchas de ellas no necesitan un espacio de venta al cliente presencial. Otra de
las bondades que ofrece el comercio electrónico es la reducción de la
desigualdad en el consumo, ya que gracias a esta plataforma tecnológica es
posible la adquisición de productos que es imposible adquirir en ciudades
pequeñas, donde de manera física resulta costoso que las empresas hagan llegar
sus productos. Como explican Jingting Fan et al., el comercio electrónico
elimina a las empresas la necesidad de establecer redes de distribución y
tiendas físicas, con lo que se logra la
cercanía con más consumidores, a quienes de otra forma no podrían ofrecer sus
productos; sin duda un círculo virtuoso que beneficia a empresas y consumidores. Finalmente, la
economía se ve beneficiada, a decir de Milong, debido a que el comercio electrónico
permite una mayor eficiencia en la asignación de los recursos, dado su fuerte
encadenamiento con otras industrias y su gran flexibilidad en comparación con
otras formas de mercadeo. (Van Hoose & OROPEZA, 2018)
Fuente; https://www.icex.es
Además de los anteriores, existen
otros elementos que hacen única a la actividad de comercio electrónico; para
exponerlos con mayor precisión, se toma el estudio realizado por Bernard
Jaworski y Jeffrey Rayport, quienes los clasifican de la siguiente manera: las
decisiones alrededor de la tienda digital están basadas en las herramientas
tecnológicas disponibles. La com- petencia entre empresas tiene un notable crecimiento;
tienda virtual siempre disponible al público los siete días de la semana, las
veincuatro horas del día y los 365 días del año; las transacciones son
impersonales; fortalecimiento de la compra del cliente; facilidad de las
empresas para conocer los hábitos de compra de sus clientes.
Además de lo anterior, debemos
considerar como característica particular del comercio electrónico la no
existencia de fronteras físicas. En la práctica jurídica es necesario marcar
límites territoriales para delimitar la competencia de los órganos
jurisdiccionales; sin embargo, en el comercio sobre la plataforma de la
Internet, el tiempo y el espacio tienen un significado distinto, y éste es un
punto que la ciencia jurídica debe analizar redireccionando esquemas para poder
ejercer sus facultades tutelares de derechos y vigilantes del cumplimiento de
obligaciones. (Van Hoose & OROPEZA, 2018)
Fuente; https://www.youtube.com/watch?v=mvo5_JEYBnI
Bibliografía
Van Hoose, D., & OROPEZA, D. (2018). Archivos.juridicas.unam.mx.
Recuperado el 23 de Octubre de 2018, de
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/10/4667/4.pdf
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